Bienvenida y presentaciòn

Soy Gabriela, profesora, contadora y pintora aficionada, a la pintura al oleo, a la literatura, a la cultura y las artes en general, respetuosa y admiradora de la gente sencilla que tiene mucho que contar y enseñarnos, tambièn de la naturaleza y de todo lo que en ella existe.

Te invito a visitar mi blog con mis pinturas, tambièn algo de poesìa , relatos cortos, y recetas de cocina mapuche que es el entorno donde vivo , por lo que he recopilado relatos orales de las personas con más sabiduría y tambièn acerca de sus interesantes comidas con ingredientes naturales y muy sanos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Mote de trigo

Kako (Mote de trigo) Ingredientes 3 Kilos de Trigo 4 Kilos de ceniza de rescoldo 1 Chaihue (canasto para pelar el mote) Bastante agua para lavar Preparación: Se echa el trigo en una olla con 10 litros de agua fría, se deja que hierva fuertemente, una vez caliente se le incorpora la ceniza, se continúa revolviendo durante 1 hora más, hasta que quede espeso, en este instante se echa el trigo y se revuelve. Posteriormente se procede a lavar el mote con ceniza, una vez salida toda la pelusa se enjuaga. Finalmente se cuece en agua limpia, unos 20 minutos, luego se cuela y se come caliente o frío. También se sirve como postre con huesillos.

Tortillas de rescoldo

Rumul Kofke Rüngal Kofque (Tortilla de rescoldo). Ingredientes Harina Levadura Sal Agua bicarbonato Preparación: Se junta la harina, la levadura, la sal y el agua, se amasa en una batea de madera, se le da forma redonda y se deja liudar, luego se entierra en el rescoldo (cenizas) del fogón (es deseable que este tenga fuego permanente.

Sopaipillas mapuche

Firiñ Kofke (Sopaipillas mapuche) Ingredientes. 1 Kilo de harina 1 pizca de bicarbonato. 1/2 cucharada de levadura seca 1 cucharada de sal 2 cucharadas de manteca, o aceite. agua tibia (alrededor de 1 ½ a 2 tazas de agua) Preparación. En un bol o fuente se echa la harina, se hace un hueco al centro y se van colocando el bicarbonato, la levadura, la sal, la manteca o aceite, se mezcla todo y se va echando el agua tibia lentamente y luego se revuelve con las manos formando una masa homogénea que se amasará, sobando y dando vuelta sobre la mesa o tabla, hasta que quede la masa blanda. Se hacen bolitas, se aplastan para formar la sopaipilla, quedando medianamente gruesas para que no queden duras, se hace un hoyito al centro de la sopaipilla. Se tapan y se dejan reposar para que liuden. Se calienta el aceite o manteca y cuando esté listo se van echando a freir lentamente, dando vuelta una vez que se doren por cada lado, se sacan, dejando escurrir el aceite sobre bandeja de madera o papel absorvente.

La tormenta

El viento ruge y vocifera entre los árboles, los azota, los sacude y estos se quejan ay, ay, muuuuuu no para de llover y todo està muy oscuro, acà no hay luz eléctrica, y a lo lejos no se observan luces del pueblo màs cercano. Los gatitos maullan fuera de la puerta para que los deje entrar, pero ellos tienen una casita y ya son siete, son muchos, ellos se daràn el calor asì estarán màs unidos. Estoy aquì porque asì lo decidì, pero echo mucho de menos a mis hijos, me faltan, los extraño, y la pena me aflije. Yanira (la perrita), tambièn tiene pena porque no puede salir por la lluvia, todos estamos aislados. Ella ladra por momentos y se pasea inquieta como si fuera a pasar algo. Ruidos de ramas y de lluvia sobre el tejado y las ventanas suenan como golpeadas por fantasmas. Pasa el tiempo y la lluvia es màs intensa parece que arrancarà los àrboles de raìz, y que un fuerte ciclón nos llevarà arrastrados por los aires con la casa, los gatos y nuestra perrita Yanira.

El zorro en la ciudad

Cuando se limpiaba el monte en la hijuela de don J.Contreras, dentista con muchos clientes en esta zona, los trabajadores encontraron un zorrito nuevo, una crìa pequeña que la trajeron para mostrarla a sus hijos pequeños de 7 y 9 años, quienes quedaron encantados con el animalito y no quisieron que se lo llevaran o lo soltaran. Lo criaron y cuidaron en ese verano como a un perrito con mamadera, comida de la casa y con trocitos de carne, pronto fue creciendo y terminaba el perìodo de vacaciones, los niños quisieron llevarlo a la ciudad de Temuco como si fuera una mascota. Allì jugaban con èl, se tiraban encima, lo acariciaban, le pasaban juguetes, jugaban a la pelota en su casa de la ciudad, los niños lo adoraban y el zorro fue creciendo era “don zorro”, se parecìa a un perro de gran tamaño, sòlo se diferenciaba por su cola esponjosa y larga Todos estaba felices hasta que el zorro mirando hacia el patio del lado observò unas gallinas y pensò: “ ¿còmo poder agarrarlas?... En uno de esos dias la vecina daba gritos, ya que le aparecieron muertas varias gallinas, habìan hecho un hoyo por debajo de la reja pasando probablemente por ahì el zorro y atacando sus queridas gallinas. El doctor debió pagar los daños y entregar el zorro al SAG para que lo llevaran a algún zoológico o entorno natural, ya que lo amenazaron con denunciarlo a la justicia. Los niños lloraron varios dìas por haberse separado de su amiguito, en el zorro recièn habìan despertado sus instintos y ¡què pena! ,en medio de la ciudad.

La leona

En el fundo de unos patrones ricos del sector ............... los peones estaba limpiando el campo que es una tarea de lo màs comùn por estos lados, ya que es previo a la realización de otros preparativos para la siembra. Apareció un cachorro de leòn , como un gatito macizo, de patitas poderosas, un gordito muy hermoso y gracioso, se lo llevaron al patrón y èl optò por criarlo como su mascota, le daban harta leche, comida con vegetales y carne, con el tiempo faenaban carne exclusivamente para alimentar a la leoncita ya que era una hembrita, y estos animales son esencialmente carnívoros, si no es asì pierde su pelaje y se debilitan sus dientes. Todo iba bien, todos estaban felices con la leoncita, la querìan y ella jugaba con los niños y animales de la casa, perros y otros, se respetaban sus espacios. Pero pasò el tiempo y la leona que ya habìa crecido desapareció un dìa, nadie sabìa de ella, la buscaron y no hubo caso, ni una pista... Pasaron los meses y...volvió la leona venìa acompañada de dos leoncitos pequeños que eran encantadores. Tambièn este señor dueño de fundo tuvo que pedir al Sag que se los llevaran ya que no podìan quedarse ya que eran una amenaza para los niños y los demàs habitantes de la casa y el campo.

Sueño alarmante

Un dìa creì que estaba despierta y me mirè las manos, en mi mano derecha me faltaban los dos dedos màs pequeños, estaban cortados quirúrgicamente, las puntas selladas redondeadas, cortes limpios y heridas sanas, me acariciaba la mano con mi mano izquierda y sentìa que me faltaba tanto, que era tan importante tener esos deditos faltantes, y aunque tenìa 3 dedos màs que actuaban como pinzas, yo sufrìa mucho por la ausencia de los pequeños deditos, que significaban tanto y eran tan importantes para mì. Me despertè llorando porque en ese mismo sueño o ensueño yo misma pensaba que el dedito màs pequeño era mi hija Anita y el otro màs grandesito era Andresito que ya no estaban cerca mìo, ellos ya estàn separados de mì, son independientes, pero aùn razonando acerca de esto, sufrìa por no tenerlos cerca porque era una separación brusca y dolorosa..

El solitario ratón

Suponìa que al llegar a vivir al campo, me encontrarìa con muchos ratones, tenìa pavor, pero al correr de los dìas sòlo vì uno gordo y brillante, de color negro que iba a observar a Andrés (mi esposo), cuando cortaba trozos de leña con sierra., este roedor llegaba a morder los cuspes de madera , no se asustaba, ni corrìa. La primera vez que lo vì quise gritar pero Andrés me indicò silencio para no espantarlo, yo le decìa: “- pègale,, mátalo”, al poco rato se fue caminando entre la yerbas en una hendidura que parece que habitaba en ese lugar de antes que nosotros llegáramos. Nosotros empezamos a limpiar y desmalezar el lugar, arrancando las zarzas, sacando troncos secos, retiramos ramas caìdas, con todo esto desarmamos su entorno o habitat. Andrès siempre lo veìa y no hacìa nada por ahuyentarlo, pero le extrañaba que viviese solo, sin familia, parecìa ser viejo, caminaba muy lento. Un dìa lo encontrò muerto panza arriba y dice que le diò mucha pena, con una bolsa de plástico lo tomò , y lo puso sobre una fogata, que prendió especial para su incineración, esta fue la pira funeraria de este solitario ratòn de campo.,

La abuelita

El pajarito venìa todos los dìas desde hace una semana a picar los vidrios de la ventana de la Sra E. .. ya le producía dolor de cabeza la repetición del picoteo constante, dìa a dìa, luego de picotear pateaba los vidrios, parado en una antena de radio que salìa desde la ventana de la cocina de la abuelita. - ¿por què me molestas”, le decìa... pero el pajarito continuaba dìa por dìa picoteando y pateaba los vidrios, y se iba de una ventana a la otra.ella le dijo : “¡vas a ver!, no me vas a seguir molestando”, y le pidió a su hijo mayor que trajera su escopeta para eliminarlo, pero a èste se le olvidaba y cuando la visitaba no traìa el arma. Hasta que ella cansada del acoso del pájaro, decidiò dispararle con su revolver...y hay que ver que punterìa tiene esta señora que le apuntò cuando estaba parado en la rama del manzano frente a su ventana y ahì el pajarito se desplomò prara siempre.

El werken

Cerca de Quilmer un tìo de Nelda (mi cuñada), cuenta que se perdiò del camino y no sabìa como irse a su casa, era de noche no habìa referencias para guiarse, pasò cerca de una casa, que parecìa ser de mapuches, empezó a llamar a voces, pero estos que son muy desconfiados, no salieron, insistiendo en llamar, al rato un anciano contestò, y el hombre extraviado dijo:”estoy perdido podrían ayudarme a encontrar el camino, el hombre mapuche dijo: “yo estoy enfermo no puedo caminar pero mandarè un werken, llamò y dijo: ¡¡Werken!!, vino un niño de unos 10 años màs o menos y sin decir palabra se puso a andar adelante, el hombre lo alcanzò y quiso acariciarle la cabeza como se hace con los niños pero el werken no lo permitiò, dos veces insistiò y el niño lo esquivò no permitiendo tocarlo. Caminaron hasta llegar a un camino que reconoció que era el que iba a su casa y mirò al niño para agradecerle, pero el werken ya no estaba... habìa desaparecido.

La venta de la lana

Se dirigían a Imperial, Elba...... y su padre a vender lana esquilada, iban en una carreta a Nueva Imperial, Don Arsenio B .partiò tipo 6 de la tarde para llegar al amanecer a la ciudad, eso caminando toda la noche. La niña iba en la carreta y su padre guiaba los bueyes que tiraban la carreta la que iba cargada de sacos de lana con vellones apretados, llegarìa a primera hora a vender a las bodegas donde pesaban y revisaban la lana, no debìa ser cortada, sino vellones grandes, sin basura de paja, terrones u otras semillas, la lana de la guata del animal no sirve, la devuelven, y ahora pagan $600 el kilo, pero casi no hay donde vender por lo de las fibras sintéticas, se terminò el tejido de la lana natural, sòlo como artesanìa, pero en ese tiempo se vendìa aunque siempre han pagado poco, pero alcanzarìa para comprar azúcar, yerba mate y alguna otra cosita para suplir necesidades de la casa. La niña Elba caminaba junto a su padre y èl con su sombrero y su manta, habìa hecho tantas veces este viaje que se conocìa cada piedra del camino, caminaba como dormido, caminaba tan cerca de la carreta que ella estaba asustada y pensò que la rueda de la carreta lo envolverìa del poncho o le tomarìa una pierna, iba en la carreta y se sentìa asustada, y que frìo hacìa, era un largo viaje, llegarìan al aclarar y tenìan mucha hambre, este es el sacrificio de vender la lana después de esquilar, limpiar y enfardar este producto de las ovejitas. Estos son recuerdos de la abuela que ahora tiene 87 años y que nos contò un dìa.

Copihue


Campesino trabajando su tierra


caballos al galope


Araucarias


Arbol florido